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  1. Sylvie Spinelli dice:

    Yo también siempre he querido irme, viajo a tu casa con estas bellas palabras de Joan Margarit y comparto los dichos amables de tus leales invitados Sol.Tendria que aprender a compartir belleza por este medio pero lo voy a intentar. Viajo en pocos días a Madrid, por favor alláname el camino abriéndome otras puertas y refugios de tu bella cultura, lo disfruto muchísimo…

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    1. Sol dice:

      Sylvie, bienvenida a tu casa, amiga. Te brindo toda la ayuda que necesites. Qué te puede interesar hacer en Madrid? Dame alguna pista y te recomendaré todas las maravillas que se me ocurran. Un beso enorme

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  2. Sylvie Spinelli dice:

    Voy a estar en mi quartier preferido, Las Letras. Alguna exposición , alguna obra de teatro que no pueda dejar de ver? Algún lugar donde tomarme un cafecito que no me hayas presentado ya? Porque he descubierto gracias a ti Sol, tantos refugios encantadores en mis idas anteriores…plazas, jardines, museos,libros!

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    1. Sol dice:

      No sé qué día llegas, pero hay algunas exposiciones fantásticas que no debes perderte. Para empezar, la de El Bosco, en El Prado, es extraordinaria, con piezas llegadas de otros museos y un montaje espléndido. Creo que es a las doce de la mañana cuando una experta pronuncia una conferencia abierta al público explicando la exposición. En las página del museo te dan información. Luego tienes la de Vivian Maier en la Fundación Canal, en la Plaza de Castilla: maravillosa. Si llegas antes del día 15, no te pierdas la de Wilfredo Lam, en el Reina Sofía. Nunca había visto obra suya directamente y me ha fascinado. Y luego tienes a Caravaggio en el Thyssen y en el Palacio Real, en la exposición de los Tesoros Reales. Ya me dirás qué te parecen. Disfruta de tu estancia en Madrid. Un abrazo fuerte

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  3. ¿Que haría una persona a la que ponen un refugio en bandeja y demasiado cerca?
    ¿Viajar hacia él?
    ¿Instalarse y salir lo preciso?

    Hay muchas maneras de refugiarse. La más dolorosa ya sabemos cuál es: la necesaria para seguir viviendo.
    A Margarit lo entiendo en su poema porque yo mismo algunas veces me veo demasiado lejos (y esto es una confesión).

    Creo que vamos a devenir en una sociedad de refugiados en múltiples variantes; unos de una vida hastiada y otros de una muerte ingrata. Y a partir de aquí las subvariantes que se quieran por los lugares que se quieran (virtuales o no).

    Un buen café en una plaza a primera hora de la mañana es un refugio.

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    1. Sol Pau dice:

      Lista de lugares propicios para refugiarse (que diría Ángel González):
      Todos.
      Cualquier lugar en silencio, o con Bach. Y, desde luego, un café en una plaza a primera hora de la mañana.

      Manuel, he puesto un enlace a tu blog desde esta mi nueva Casa, aunque no sé si lo habré hecho bien. Tu blog es otro refugio espléndido. Un lujo verte por Mi casa. Te envío un abrazo.

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  4. Sylvie Spinelli dice:

    Gracias Sol,entro en los sitios y busco información porque voy a llegar a Madrid recién a mediados de septiembre. Abrazo grande

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    1. Sol Pau dice:

      Pensé que llegabas uno de estos días. Pues tenemos tiempo de ver qué novedades se nos presentan, y te comento. Un beso grande, Sylvie.

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  5. ¡Bellisimo!
    Pero tu casa eres: tu, la llevas puesta

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    1. Sol dice:

      En realidad, Mi casa son mis amigos, los amigos como tú. Gracias querido. Un abrazo enorme

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  6. Fred Anónimo Veneciano dice:

    Soy de la tierra de Xuan Bello y, por un azar inexplicable, he dado con este rincón en donde se habla de Sintra, de callejuelas abrumadas por tapias altísimas, de parajes boscosos y umbríos, de villas señoriales, de azulejos…
    Es esa precisamente la impronta que me quedó en la memoria de la única vez que estuve en Sintra. No me pareció que fuese un pueblo propiamente, sino una colonia residencial, decadente y hermosa.
    Llegamos a Sintra por una carretera estrecha y sinuosa que viene de la parte de Cascais y que trepa por la «Roca» de Sintra, que es como la llamaban los antiguos marinos portugueses, la misma roca que veían retornando de América: ver la Roca y estar en casa…
    Acababa yo de leer por entonces «Memorial del Convento», de J. Saramago, y era mi intención ir hasta Mafra para ver la descomunal obra de Juan V. No fue posible en aquella ocasión y es una asignatura que llevo pendiente.
    Xuan Bello tiene un ferviente amor por Portugal. He leído recientemente su «La nieve y otros complementos circunstanciales» y ahora tengo en mis manos «Los cuarteles de la memoria»… Hay en ellas constantes referencias a ese país tan próximo a nosotros y a la vez tan diferente. Coincido con Xuan en que existe una recatada nobleza en esa gente de apariencia humilde pero digna.
    Citas a Eça de Queiroz y he de decir que algunas veces, cuando recorría la campiña portuguesa, me venían a la mente pasajes de sus novelas: «La ilustre casa de Ramires…»
    En fin, que mucho gusto de estar aquí.

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    1. Sol dice:

      Fred,bienvenido siempre a nuestra casa. Una alegría leerte, compartir esa pasión por Portugal. Gracias. Espero verte más por aquí.Un abrazo muy fuerte

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