La una de la madrugada. No puedo dormir. Me levanto y me acerco a la ventana. Necesito respirar el aire de la noche por esta rendija. No pasan muchos coches, pero el bramido de la noche es constante, abrumador.
Escucho la respiración de mi compañero esforzándose por aspirar este aire caliente. Su cuerpo se resiste a morir cuando él ya está tan lejos. Le hablo y no sé si comprende mis palabras. Querido mío, hasta aquí llegamos. Ahora estás solo y me resultas inaccesible.
Si pudiera regresarte…
(Madrugada del 8 al 9 de septiembre. Tu último amanecer, mi amor).
Conozco lamentablemente lo que estás viviendo Sol…un abrazo fuerte fuerte lleno de afecto querida
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Gracias Sylvie. Es muy duro. Un beso enorme para ti
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Querida SolPau, he entrado unas cuantas veces los últimos días, y he leído tus últimas entradas. Me parecía adivinar qué situación estabas viviendo, pero no estaba segura, y no quería equivocarme y tal vez molestar en algo tan delicado. Ahora, en estas palabras más recientes, ya no tengo apenas dudas y me atrevo a escribir. Una despedida trascendental, la de la persona amada, el compañero… No sé nada de tu historia, de vuestra historia, pero en todo caso, te mando mi solidaridad, y el deseo de que él haya iniciado su viaje placenteramente y tú sigas el tuyo con serenidad y bellos recuerdos. Un abrazo.
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Ha iniciado su viaje con una dulzura infinita, y eso me conforta. Gracias, amiga. Te envío un gran abrazo
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Querida Sol, cuando sufre alguien a quien quiero y tengo en mi corazón, las palabras para acercarle mi compañia, para decirle algo más que lo.siento, que la entiendo…no me alcanzan, huyen y callo. Y la tengo en mis pensamientos. Esta vez, Sol, no he podido callar.
Vayan mi abrazo y mi beso.
Celia
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Gracias Celia, un millón de gracias. Siempre cuento con tu cariño, es un privilegio. Un beso con todo mi cariño, amiga
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Brazos que te levanten, un beso en la sien atribulada, el café en la vereda de una calle madrileña -las palomas al acecho, un libro de poemas-, la sangre compartida, sentir la conciencia sosegada. La esperanza.
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La esperanza!!! Le dí a escuchar tus palabras acompañadas de la música tan hermosa que me hiciste llegar, Fred. Su enorme sensibilidad supieron apreciar ambas. Ves de qué forma tan hermosa nos acompañaste? Un abrazo fuerte fuerte, amigo mío
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No tengo palabras Sol.
Aún me parece mentira.
Las palabras no sirven en semejantes circunstancias.
Pongo mi corazón junto al tuyo y sufro con él.
Sólo una imagen, imborrable ya en mi memoria, me consuela y me guía: esa mirada azul de hombre bueno, con la que supo darnos paz hasta el final.
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Miguel, hermano querido, su ángel de la guarda. No hace falta que nos digamos nada. Seguimos juntos. Un beso de buenas noches
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Lo escribí para él, pensando solo en él… Saber que pudo escucharlo me estremece el corazón.
Y yo se lo agradezco. A él.
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