A Castro Prieto, Premio Nacional de Fotografía 2015, ya lo he traído a Mi casa hace tiempo, cuando conocí el trabajo que ofrecía generosamente a sus amigos a través de una red social. Estos días protagoniza una espléndida exposición en el antiguo edificio de Tabacalera, un ámbito perfecto para mostrar su trabajo. Cespedosa es el título de la muestra, el pueblo salmantino en el que nació el fotógrafo, su hogar, su referencia afectiva y emocional. «…uno no es de ninguna parte mientras no tenga un muerto bajo tierra», recuerda Castro Prieto las palabras de García Márquez en una de sus salas.
Un viaje sentimental, es lo que nos propone el fotógrafo. «A lo largo de cuatro décadas, casi sin pretenderlo, el autor ha ido construyendo con sus imágenes un discurso introspectivo que ha terminado conformando todo un recorrido por su memoria y sus sueños. Un discurso enhebrado en la tarea siempre fronteriza de la creación fotográfica, entre el contenido y la forma, entre la razón y los sueños, entre la intuición y la técnica», indica Chema Conesa en la presentación de la exposición.
Yo soy una nostálgica empedernida, y tengo la mala costumbre de dotar a los objetos que me han acompañado a lo largo de la vida de un poder evocador que, en alguna medida, me esclaviza. Admiro a las personas que caminan por el mundo ligeras de equipaje, que construyen su hogar todos los días, allí donde se posan. Yo recalo en mis recuerdos sistemáticamente, y cuando visito los lugares en los que crecí me reconozco en cada rincón. Y eso me produce una tristeza blanda y pegajosa.
Cómo no entender entonces este afán por perpetuar tu vida en cada una de tus edades, en cada vivencia enhebrada a cada rincón de tu casa, de tu pueblo y sus gentes. De tu familia. Castro Prieto camina por estos rincones y escribe un relato en cada fotografía.
Como la nostalgia y la melancolía, cada imagen está envuelta en un halo poético, propio de las ensoñaciones. Y la maestría técnica de Castro Prieto, al servicio de este imaginario. Una preciosa exposición, que os recomiendo.