Me resulta inexplicable la ola de entusiasmo que ha generado esta película, merecedora de cinco Globos de Oro y favorita para varios Óscar, aplaudida por críticos de cuyo criterio suelo fiarme. Tantas maravillas se escribían de ella que corrí a verla el día del estreno. Y me encontré con una comedia romántica con final agridulce, muy bien interpretada por Ryan Gosling y Emma Stone, dos excelente actores que, como casi es habitual entre los cómicos norteamericanos, son capaces de cantar y bailar con solvencia. La banda sonora es aceptable, agradable de oír, pero no inolvidable. La historia, muy apropiada para quinceañeros. y las coreografías más bien mediocres, a excepción del arranque de la película, espectacular montaje a partir de un atasco en una autopista de Los Ángeles, y de la escena de la piscina.
No pude evitar recordar West side story , incomparable, o un musical que me deslumbró y que vuelvo a ver de vez en cuando, Bailar en la oscuridad, del sueco Lars von Trier, con un trabajo excepcional de Björk acompañada por Catherine Deneuve. Una película olvidable, prescindible, pero no desagradable. Si os sigue gustando Sonrisas y Lágrimas, os entretendrá.
Os ofrezco el trailer:
Mi Casa es mi mundo 
¡Yo tambien vuelvo a ver Sonrisas y lagrimas y West side story, ¡como no! No me lo propongo, pero si veo que las echan, sin darme cuenta, me pongo a verlas y las termino. ¡Y sigo cantando, aunque esté sólo!
Hollywood es muy comercial y probablemente en esta era Trump. Es lo que impera, volver a las peliculas quinceañeras.
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Es entretenida y amable, Patxi, aunque si quieres ver un musical soberbio busca Bailar en la oscuridad y luego comentamos. Un beso, cielo
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Hice lo que tú. Me atronaron tanto las fanfarrias previas al estreno en la Regia Sedes que fui a verla de inmediato en la idea de que tal vez habría que incluirla en la lista de oro encabezada siempre por mi primus inter pares West Side Story, o las maravillosas Sonrisas y Lágrimas, Cantando bajo la lluvia, El mago de Oz, Mary Poppins y un puñado más, pero, efectivamente, no.
El arranque, en efecto y como había leído, es inédito y espectacular. Tan alto quedó el listón que a partir de ahí, la peli empieza a bajar de tono hasta, digamos, la última media hora en que alza el vuelo con un gran plano secuencia de Emma Stone que, sin llegar al prodigio de Anne Hathaway en Los Miserables, merece la pena destacar.
Opino contigo que la música es buena si bien nada pegadiza. Termina la peli y creo que ni un solo espectador puede tararear ni dos compases de los miles que acaba de escuchar.
Me gustó mucho Emma Stone, creo que es una muy buena actriz, dueña de infinidad de matices y recursos ante la cámara. Flojo me pareció Ryan Gosling a pesar de la multitud de premios que ya ha recibido.
Igualmente, me encantó la iluminación, decoración, encuadres y movimientos de cámara.
Coma pareja de bailarines, creo que llegan a un sufí por los pelos y con enchufes por todos lados.
Mi resumen final coincide, una vez más, con el tuyo: peli entretenida, agradable y olvidable.
Mil besinos.
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Como hice con Patxi, te aconsejo buscar Bailar en la oscuridad, de Lars von Trier, y estoy convencida que pasará a ser tu número uno. Un beso, guapo
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