Estos últimos días han aparecido en Bruselas dos nuevas obras de arte urbano. Hace algún tiempo os hablaba de la gran afición que tienen los bruselenses a este tipo de arte, y como tienden a no dejar medianera sin adornar. En ocasiones reivindicativos, los grafitis denuncian e increpan a los viandantes; en otras, amables y coloristas, alegran la vista e invitan a la sonrisa, a la vez que homenajean la gran tradición del comic belga. Esta vez, tanto la ubicación como la temática de los murales ha suscitado polémica.
Frente al barrio de Molenbeek, tristemente famoso porque de él provenían los terroristas que atacaron París y la propia Bruselas, apareció una mañana el mural con el que abro el comentario, inspirado en el Sacrificio de Isaac, de Caravaggio, que veis sobre estas líneas. La obra es espléndida, y la Alcaldía se resiste a retirarla, aunque hay quien piensa que puede incitar a la violencia dada su ubicación. Yo tiendo a pensar que los violentos no necesitan contemplar una obra de arte, sea un cuadro, una película o un montaje teatral, para animarse a cometer cualquier barbaridad. Si comenzamos a censurarnos viviremos amordazados antes de darnos cuenta.
Dos kilómetros más al sur de la ciudad apareció horas después, en la fachada blanca de un edificio, el grafiti que veis a la derecha, bastante sobrecogedor, inspirado en la obra Los cadáveres de los hermanos De Witt, atribuido a Jan de Baen. En este caso, la denuncia planteada por el autor parece más clara si conoces el relato. En el lienzo aparecen los cadáveres desnudos y desollados de Johan y Cornelis de Witt, exhibidos públicamente en el Groene Zoodje, el lugar de Vijverberg en el centro de La Haya donde se realizaban las ejecuciones. El 20 de agosto de 1672 fueron asesinados por sus opositores políticos. Johan había sido el hombre más poderoso de la República durante casi veinte años, apoyado siempre por su hermano Cornelis. Altos mandos del ejército holandés, se les hizo responsables de la derrota ante los ingleses y la multitud enfurecida les ejecutó de este modo tan brutal. Ojalá funcione como una llamada de atención contra nuestra ancestral tentación de culpar al otro de lo que siempre es responsabilidad compartida.
Parece ser que el Ayuntamiento bruselense tenía otros planes para esta fachada y hará desaparecer el mural.
¡Preciosos murales! Antes de navidades estuve con una amiga y la familia buscando murales, ¡pero no eran tan bonitos!
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Durante un viaje fantástico. No encontramos los grafitis que buscábamos, pero sí otras muchas maravillas. Eres un magnífico cicerone. Un beso enorme
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