Como en tantas otras ocasiones, son mis amigos fotógrafos los que me descubren a una artista de la que no había oído hablar, la norteamericana Karin Rosenthal, y me muestran su trabajo. Lo primero que me llama la atención es el poder evocador de su obra, como consigue a través de la luz transformar el cuerpo y el agua en paisajes. Modula las curvas, los volúmenes se funden en el agua o emergen con textura de tierra, de arena, de roca.
También el agua pierde su cualidad líquida y se solidifica. Cada cual puede reinventarse estas imágenes. En algunas a mi me parece contemplar un rosario de roca emergiendo de las arenas del desierto; en otras bloques de hielo surgiendo de las nubes.
«Cuando empecé la serie Nudes in Water en 1975, sentí que el agua, la fuente de toda vida, debía mostrar una densidad equivalente a la carne, evocando un caldero de creación y una conexión visual visceral entre el cuerpo y la naturaleza. Estas motivaciones se convirtieron en la base de toda la serie de fotografías».