Beyond Caravaggio, la exposición que ha tenido lugar en la National Gallery londinense, bien valía una visita a la ciudad. En realidad, solo por contemplar El beso de Judas (1602), el lienzo con el que abro el comentario, habría merecido la pena el viaje. Es un cuadro verdaderamente extraordinario en todos sus detalles. Si ampliáis la imagen…