Escuchar a Beethoven es siempre un gozo. Cualquier momento es bueno para disfrutar de cualquiera de sus composiciones, creo que cualquier estado de ánimo las recibe con la misma complacencia y gratitud, cosa que no ocurre con la mayoría de las piezas musicales de otros compositores. Quizá por eso se hable de la profunda humanidad…