Hincho mi corazón para que entre
como cascada ardiente el Universo.
El nuevo día llega y su llegada
me deja sin aliento.
Recuerdo estos versos de Gabriela Mistral mientras amanece sobre Centroeuropa, camino de Bruselas. Siempre me salva la belleza.
Y cuánta belleza hay en estas tres imágenes que nos regalas, querida Sol.
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Gracias cielo. En el avión, camino de Bruselas. Besos
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Y a mi Sol, por eso entro todas las veces que quiero sin previo aviso a tu acogedora casa y te acompaño con cariño y respeto mi querida.
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Tu casa, Sylvie, donde siempre me hace feliz encontrarte. Muchos besos
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